esto es para quien lo necesite leer.

     

    Un día, ya hace un par de años, me dije que si llegaba a ser consistente con este proyecto, debería felicitarme por haberlo mantenido durante su tiempo y funcionalidad, que no es más que desbloquearme cuando me encuentro a mí mismo ofuscado, viéndome desde fuera como si fuera otra persona, salir de la usual y cotidiana costumbre que tengo de renegar de mi estilo, mis hábitos, mi personalidad. He superado noventa entradas y se acercan las cien. Esto es una muestra objetiva, tangible, de que es lo que pasa, cuál es el resultado de mantener vivo cualquier cosa que se proponga. No hay nada de especial en escribir, no hay nada poderoso, no existe una sola razón fuera del ego para seguir tecleando, graficando, garabatear frases y párrafos para que otros se los vean o se vean en él. Es esta, pues, la única “cosa” especial que lo mantiene en pie a este proyecto aparte, claro, de la herramienta que supone para destrabar el frasco atascado de ideas y el perfeccionismo mío que durante tanto tiempo me ha mantenido sosegado, dormido e intentando crear algo que no soy:

Un ser satisfecho.

¡Qué va! Nunca he estado más lejos de mí mismo. Incluso cuando me afeito la barba siento que estoy viendo a un hombre irreal, nacido de la ficción rusa. Un ser que vive para ser complacido de sí mismo. No, eso no es lo que quiero ser. No, eso no es lo que soy. No, esto tampoco debes de ser tú. 

Insatisfecho, pues me dedico a criminalizar mis acciones. Las palabras se detienen en mí, boca y los consejos que doy no debería seguirlos ni yo, ese yo, pero bueno, si vamos a ser lo que somos, ¿no somos todos algo así? No hay muchas vueltas que dar cuando sabemos de punta las respuestas, incluso cuando carecemos de la armoniosa motivación para seguir haciendo lo que estamos haciendo. 

    Como dije anteriormente y fervientemente afirmo, escribir no es nada especial, escribir es solo una vía de escape para quien escribe y un charco (o un mar) para quien lee con paciencia y atención; es exactamente esto a lo que quiero llegar, pronto y muy pronto este blog ha dejado de ser lo que al principio fue: una ventana y se ha convertido en algo tan sencillo como un trabajo más del que casualmente y no en muchas ocasiones disfruto plenamente de hacer por cuenta propia, sin que me mande nadie, con paciencia y dedicándole la atención que merece. 

    Esto es para quien lo necesite leer más que yo, usen su pasión para trasmutar su yo. Crear algo, combinar dos cosas que nada tienen que ver. Encontrarle un sentido a la agitación interior, parar el tiempo que nos falta y que siempre nos falta, convertir desde adentro hacia afuera para quien lo necesite. Atrévase a pasear por estos lados animales, adéntrense a las mansiones embrujadas y coman con los duendes que nos roban las cosas perdidas. Dense cuenta de que la insatisfacción es por esto, por no tener paciencia y atención a nuestras propias ideas o las derivadas de ellas cuáles surgen en los lugares penumbrosos, allá, allá, allá. 

    A veces, para quien lo necesite leer, solo hace falta seguir empujando la piedra, aunque esta nos provoque lesiones, heridas, desgarramientos y terrores nocturnos, en algún momento nos llevaran a la cima, un paraje, un tiempo o unas palabras que reiniciaran la tarea otra vez, otra vez, otra vez Y DE ESO SE TRATA, de vislumbrar la sapiencia a base de paciencia, de empujar la piedra todos los días cuando parece que esta tarea parezca un castigo y que esta mierda no tenga nunca un final con el que estemos complacidos, satisfechos.

    UNO DEBE IMAGINAR A SÍSIFO FELIZ. 


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Gracias por dejarme solo.

a donde van mis letras cuando no estoy con ella.

poema dedicado a una persona que olvide recientemente.