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Mostrando las entradas de abril, 2022

Espectro Hotel (uno)

      Esto es una entrada al blog, nueva,  pero que lleva dando tumbos y volteretas en mi cabeza por horas.      Soy tantas cosas, cualidades, habilidades y personas al mismo tiempo. Soy aquello que primero te ve a la mañana, lo ultimo que te desnuda a la noche. Soy el acompañante sin cargo, sin presupuesto. Una amistad de primera mano, literalmente. Un amor a primera vista y el odio que no te deja dar un paso hacia adelante. El miedo. La tentación. La envoltura a la que no quieres desenvolver, atravesar, explorar. Soy el canal de los nervios, las ulceras, el mal estomacal. Albergo tu reflejo y lo deformo cuando no lo ves. Mientras respiras dormido por la boca secando las fauces. Soy un accidente y soy un plan.      Soy tu completo yo.      Suena extraño.     Tal vez no estes acostumbrado a verme asi. Tan expuesto. Despierto en tu propia piel hablándote de quien soy. Ya me conoces. Nunca he sido bueno con la...

Tonos para no creyentes.

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Es muy fácil mandar un mensaje ¿cierto? Es muy fácil hablar un par de horas entre cristales, ventanales de acero y líquidos oxigenados. De esto no se trata. No. No se trata de bebidas y las horas después del amanecer. No quiero escribir hoy de nada que me ha hecho algún mal. Quiero pizcas de ese naranja incandescente que ciega los pecados al atardecer, que suaviza cualquier duda existente entre vos y tu voz. Quiero que me deje pintado en la vereda, en la boca amarilla que traga la nunca posible inundación. Nada de esto es real. Eso es lo que quiero creer. Mientras deseo, rezo a algo que no me puede devolver la piel, el lienzo, la carne. Avergonzado mirando, anonadado, las copas de los árboles esperando que me busques en mi techo de hojas, en el suelo de algodón. Acomodando las lágrimas. Quiero que te sepa mejor el azul, es tu número, tu color. No se en que temporada me encuentro. Me arrodillo. Rezo. Desierto con focos que iluminan al sol. Una sartén caliente calcinando sazó...

La fuerza. Uno.

 La fuerza. Uno.     Si muestras la cadena, tenga cuidado del brillo y de como se enlazan los eslabones. El oro aun que sea falso, sea una pintada, llama la atención de los que nunca han podido brillar ni comprarse algo que brille. Si, no todo lo que brilla es oro pero es el mejor brillo. Cuidado con las manos sueltas. Pueden arrebatarte de un zarpazo la cadena ¿Importa? Pues no, no mucho. Basta con subir un par de latidos, caminar tres cuadras para alquilar una nueva. Digo alquilar por la razón mas rentable de la palabra. Es temporal, todo brillo lo es, hasta el resplandeciente de ellos se acaba en alguna ocasión. No salgas sin el y tampoco te muestres a los ojos codiciosos con el siempre. Es necesario mantener la apariencia. Fíjate que sea justo de tu medida, de tu altura y grosor pues nada es mas incomodo que un baño sin espejos en donde puedas reflejarte y arreglar algún desperfecto como la saliva seca, la pasta de dientes extra o la sucia lagaña q...

No quiero.

      Se dice que los mejores mentirosos son aquellos que casi siempre dicen la verdad.      Es logico que asi sea pues, a mi me pasa. Lo que nos pasa. Esta es una verdad universal, inconsciente, pero universal.      Siempre que hablo conmigo o con alguna otra persona, grupo o conmigo (de nuevo) digo la verdad, mi verdad, lo que pulula en mi cabecita inexperta e ignorante en tantas cosas que no entiendo del todo, que haya vivido, que necesite.      Solo a veces sin que quiera (y no quiero) suelto una culebrita. Una mentira que flota en el aire. Se olvida, se olvidan, no importa de vez en cuando pero cuando vuelve, se recuerda, debo mantenerla, tengo que hacerla respirar pesadamente como un bebe enfermo, como un adulto mayor sentado tras rejas viendo carros pasar, limpiando la vereda con la mirada ¿Por que? Pues. No lo se precisamente. Sera que mi moralidad se ha achicado lo suficiente para colarse en el universo. Pero, no ...

El primer paso.

 Siempre es difícil.          T an complicado, duro.      ¿Siempre? No, no siempre. Estoy recogiendo lo que siembro, bueno, pedacitos. Me quedan pedacitos de violencia y las reservas se ven amenazadas por el invierno que cierne su fragancia en los arboles, flores, asfalto. Las lluvias son escasa pero temibles. Te harán tiritar como de emoción, de esa que tengo poca. Solo nerviosismo. Hasta la ira se ve aplacada por la temporada. Solo molestia.       Estoy boquiabierto y ojiplático esperando las primeras gotas caer en mi lengua o que pasen directamente tocando la campana de la entrada. Que llueva, que llueva. Tormenta. Esa es mi energia. ¿Eso no lo sabia? ¿Verdad? Mi época favorita, la de cualquier holgazán y maleante. Nadie por aquí y nadie por allá. Soledad de la linda, hermosa respiración que me acompaña, ella y el polvo que entra a la habitación. Pegajoso, húmedo, sanguinolento....

Independencia.

      Tengo la libertad mordiendome las medias. Haciendo huecos. Divirtiéndose como quiere.     Encerrándome entre horarios. Ajustado. Sofocado con caricias imaginarias. Quiero que me tomes de rehén. Mienteme. Solo te pido que no me dejes varado, a mitad de viaje. Completalo. Ten la valentía.     Quiero dejar la libertad suelta con el tiempo desgastando las aceras. Pintarrajeando las veredas con la lluvia, el hollín, el barro pegado a las suelas. Resbalando sus manos sobre mi, pincelando la coronilla con su dedos delgados, huesudos y cortados. Amarrillo entre el índice y el anular.     Desde el mirador viendo oscurecerse las ventanillas y encenderse las lenguas. Vaso que va y beso que viene. Ella tomando el volante con la espalda. Luces rojas. Estadio repleto. Bajada sin frenos. Densas brumas que despiertan en la tarde para abrazar la coquetería, el sudor nervioso y las risas alquiladas. 

Esperando a Junio.

      Un lugar donde empezar.       Empezar, incluir algo deseado en las mismas horas del dia. De aca a Junio lo tomare de costumbre así como sin querer, ni un pensamiento para por mi cabeza al calentar agua todas las mañanas. Bajarme un termo de mate mientras cruzo la mañana haciendo alguna tarea, empecinado en imaginar o simplemente quemar tiempo como si pudiera tenerlo (que no lo tengo) y luego me quejo conmigo, en la ducha, comiendo el almuerzo y a mitad de jornada laboral.       En ese orden y en esos momentos. Si, se pueden agregar mas ocasiones pero esas estan programadas. No, obviamente hago mas que quejarme pues estoy un cuarto (muchas veces mas) de la noche durmiendo y la otra abriendo, cerrando, abriendo, respirando, mirando la vela revolotear su sombra. Abriendo y cerrando los ojos, sintiendo mis pestañas sorber las ojeras, cada vez mas notorias, oscuras y pesadas.         Miro una pantalla ...

Apetito visual.

       Azul y otros colores.     Las flores se ven maravillosas de cuando en ves del vez. Depende. El dia. La luz. El calor. Su olor. Sus pétalos. Un tallo alto y contrastante. Una vena alimenticia.      El momento en que la veas será crucial. Un cruce, mas bien un choque de parpados con labios. La cara. La cara aplaude por si y para ella. Ven. Acércate a apreciarla. Urato mientras el césped declina el tono a gris. Mientras los arboles chupan el aire, la madera cruje, se parte en migajas luego de estas al polvo.      Miralas, no nacieron para pensar ser como son. No piensan en absoluto como se verán. Abren sus fauces para tragarte a vos, a las moscas, a las hormiga y a las abejas que paran para admirarlas. Robarles su amarillo mirar. Su acolchado respirar. Quien desee arrancarlas, bien. Quien quiera su paz que las pise al trotar. Quien deslice sus dedos por ellas que guarde el olor en un recóndito ...

Indoloro.

     Alguien debería educarte.     No lo digo sin colocarte     en primeras vistas.     Rechina la tiza     en la pizarra.     Primera clase. Anota y presta, no, regálame la atención. No la vas a necesitar para otra cosa.     Adios, adios ya no me importas. Atiende bien a las letras mayúsculas, fijate el subrayado.     Este es mi oficio, sin vacaciones. Dia a dia. Noche tras noche. Una cuadra para entrar en línea y otra      cuadra larga para cruzar la paciencia, la tranquilidad. Esperate que ya llega el tema.     No queda nada pues andas dando vueltas como, con y silbando mosquitos. Contando mentiras de                libertad y robos. Extravió, eso es, de la vergüenza. Me pregunto casi a diario donde se te cayo la                cara        o    ...