versos al desaparecido.
Una, dos y tres ¡Puf!
las coplas, los cantantes y los cuentos.
Escuchados y el terror que amanece en este cuerpo
cuando los parpados no deben ver atentos
la repetición, maquinaria, de asesinatos
entre sabanas doblándose, recuerdan los reflujos estomacales.
Despejen la tierra de la mala hierba
caven en sí, destruyan el suelo que sostiene
la caverna, muestren al mundo un manual para
el salto estrepitoso al vacío
interior y anterior a los buenos, los héroes
desaparecidos.
Traben la conciencia y cambien las llaves
tiren las creencias al infinito oscuro
al desconocido de amores
pasiones infantiles.
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