Texto feliz. II
Robar a un ladrón.
¿Cómo explicarlo? (no es en si una pregunta) no había robado nada aun, no hasta que me di cuenta.
Si todos mentimos a nuestra manera y utilidad, en algún momento de nuestra vida robaremos aunque sea un lápiz. No hay un momento especial, pues nacimos curiosos, naturalmente curiosos, ha explorar las grandezas y las consecuencias de nuestras manos desdibujando la realidad. Somos susceptibles a lo que podemos descubrir, tocar, besar, atender, arreglar y destruir. No es un orden certero pero es lo mas próximo a nuestro comportamiento, la conducta humana, su energía que no termina: muta, se transforma.
En algún momento esta escena confería un cierto pesar para mi. Una serie de eventos repartidos en semanas de un año entero podría asemejarse a el plan que hacemos antes de robar un beso. Esas sensaciones ocultas contrariadas y ninguna puede sentirse a totalidad. Son una sola emoción.
Ansia de felicidad.
Espero que todos hayan completado esta tarea fundamental, la hayan destruido para dejarla atrás.
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