Quien dice.
Estoy enamorándome de la incomodidad voluntaria. Dormir acalorado. Duchas frías. Alarmas tamborileras a la mañana. Dos meses enteramente entregado a vos, por ejemplos poner a la vista.
Quien dice, somos muchos que, imploramos nos den sus lagrimas. "Déjame probarlas"
Quien dice, somos menos que, rogamos nos den sus complejos. "Dame un bocado"
Quien dice, soy yo quien, se arrodilla por un poco de atención. "Migajas, por favor"
Pasadas de sal, querida ¿tendrás mas grandes y dulces?
Así esta mejor. Dame algo aunque sea poco, me encanta la deuda aunque seas vos quien me debas, quien debe pagar la cuenta. No te pases de confianza, ya eso no lo tienes. Pedí manzana y pelaste una batata. Basta.
No soy tan fuerte para tolerarte ahora. Perdóname pero musculo perdí, junto con el peso. El mundo parece mas bello, al tacto, ligero. Acolchado como un nene envuelto como un tabaco quinceañero. Se aba el tiempo para decir las cosas, los treinta, trotando. Un sábado con la luz de locales cerrados se acaba la transacción.
Y si, las lagrimas siempre me harán migajas. Bocado de pirañas. Mala suerte, ya no quiero estar a mitad de la noche esperando las peleas del amanecer, acostarme con la cabeza violentada, El sol se alzo y nos vemos hasta tu regreso. Abro las ventanas para fumar acostado en la cama y solo puedo sentir el cielo bajo mi nuca. Este es el caramelo contra el inferno. De culparse. Mala suerte. Nos vemos.
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