Tantas. Tantas.

 Brisa. Le quitas el sudor de encima. Las ropas mantienen pesadez agregada por los líquidos corporales. La sal que pesa mas que el azúcar. Por ello es mas granulada, normalmente. Aunque si hablamos de ser concretos o específicos, objetivos, traigamos los números al papel, pizarra, a la cabeza donde se puedan ver. Morir no es lo mismo que la muerta pero eres suficiente de ignorancia como para saber eso. Feliz no es lo mismo que felicidad aunque en ciertos caso, sin mucha pesadez encima podríamos compilarla en una misma palabra de invasión interna, como rebota tanto en la cabeza y sube rapidísimo como un maratonista sube la cuesta. 

Va menguando el sudor en su cara. La satisfacción de haber completado el trayecto o la tranquilidad de no correr mas son dos cosas distintas, dos frutos en un mismo matorral. El humano y su experimentación del universo ha hecho esto posible. Obvio que existía, solo que ahora ya no es una posibilidad dentro de las tantas probables que puedan suceder. Sucede una, otra u ambas.

No entiende la gente que no se puede desligar un evento de una tarea, estas de un recordatorio. Todo tiene fecha en el calendario de cada cual. Todo tiene un tiempo agendado, de acción, realización y final.

Algunos toman promedios para hablar de generalidades que no abarcan casos específicos. Los chicos, desde chicos aprenden ha hablar de estas formas. Nuestro tiempo así como otros han puesto los ladrillos, producido vigas y otros descubrieron las posibilidad del fuego. Nosotros hemos pulido las herramientas y nos da la tarea de buscar el tornillo perfecto para un hueco puntual o la pintura adecuada para este tipo de paredes. Es decir, nuestro calendario se halle nado de micro tareas, sumadas en otras, con pasos pequeños pero objetivos del o que debemos discutir. Ya no hay censura parcial, individual. A menos que desees tenerla, siempre la puedes descolgar del perchero. Tantas veces como se haga probable busquemos lo mas semejante a lo justo, que no sea justo en su totalidad ya le tocara a quienes vengan después. No somos eternos y debemos enfrentarlo como algo natural. Las cenizas somos desde que encendemos la brasa. Esta es una universalidad obvia, para lo otro existe otras ropas sudorosas.