Queridos amigos.

 Paul, Alberto, Federico y Matias.


Les escribo esta serie de mensajes solo para comentarles ciertas situaciones, cosas que tengo y algunas nuevas vistas que he logrado divisar tras caminar. Estoy descansado y limpio tras una ducha.

No se como se lo van a tomar pero, ya que somos amigos desde hace tiempo y nos contamos todo ahi va.

Me he comprado un par de bombillas. Una de luz blanco y otra que da una luz extraña. Una luz como los faros de las autopistas. Alumbra muy poco en la habitación pero es perfecta para leer y pasar el rato mirando el techo.

En cuanto a La habitación sigo en la misma, se que me han dicho que necesito mas espacio pero es muy cómodo tener poco espacio y moverte dos paso de un mueble al otro para sacar la sarten. He encontrado un par de arañas viviendo en la despensa. Me visitan a la madrugada cuando me trasnocho enfrentando crisis comestibles: pescado, arroz, carne, porotos.

Con la comida es siempre la duda de que como, cuanto y que. Son esas preguntas de todos los días que me mortifican y distorsionan la identidad, al menos lo que yo se que soy. Gordo, responsable e imán de parlanchines. 

No me gusta hablar. No se. Supongo que a ustedes tampoco les pasaba. Que horrible que ya no este aca o no me hablen. Sin embargo he de contarles que Julio, un amigo nuevo, no tan nuevo me ha hecho conocer nuevas paredes. Rugosas, desgastadas pero de alguna manera nuevas. Puede que aplique el mismo efecto a la habitación. 

Lluvia cadente, usual en estos días. Matías aun guardo tu paraguas, cuando quieras se lo devuelvo a vuestra familia. Julio me ha prestado un impermeable que es perfecto para estos días y junto a las botas de Federico hacen la pareja perfecta, los amigos silenciosos del barro y los charcos en el asfalto.

Paul. No se nada de ti hace años. Escríbame con esas ideas alocadas y perturbadoras que te dejaron virolo en tu juventud. Necesito mirar a otro lado. Estos días me han quemado la luz blanco y me dejan en plena autopista en tres metros y medio por dos y un cuarto. 

Hoy me veré con un gringo de pelo. Nos tomaremos una conversación a sorbos antes de invitarlo a una cerveza o a mi cuarto. Es extranjero y estará un par de meses por la ciudad, lo llevare a conocer ese hermoso lugar en que nos conocimos la primera vez todos.

Espero que esto les incite a una Reunión hasta la madrugada como solíamos hacer. Los extraño.

Saludos y despedidas a todos. Espero que lean esto con la misma intención que les escribo. Adiós y cómprenme nuevas bombilla, se me han quemado las dos con estos apagones de mierda.  

¡NOS VEMOS CHICOS!

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Que esto termine.

100 entradas.

Lista no ordenada de acumulación.