versos al desaparecido.
Una, dos y tres ¡Puf! las coplas, los cantantes y los cuentos. Escuchados y el terror que amanece en este cuerpo cuando los parpados no deben ver atentos la repetición, maquinaria, de asesinatos entre sabanas doblándose, recuerdan los reflujos estomacales. Despejen la tierra de la mala hierba caven en sí, destruyan el suelo que sostiene la caverna, muestren al mundo un manual para ...