Hoy ha sido hermoso encontrarte.
Espero tengas buenas noches. Vos y tu amor, tu amor que estas por encontrar, al que ya te encontraste, al que en una tentativa por reconocer tu camino transitado vas a encontrar.
El amor puede ser encontrado y esa es la verdad. Lo que mueve al hombre debe ser el miedo por no encontrarlo nunca y por supuesto que el miedo debe ser aquel que guie tus pasos. Adormecido por una serie de excesos de ayer y la abstención de algunas otras cosas salí de casa alrededor de las siete de la noche que acá en este país son de la tarde. En esta época del año se instala el frio en todos nosotros, el movimiento por encontrar algo que nos salve de tanto dolor, de tanta maldad que alberga durmiendo en nuestras camas y en nuestras mentes. Sali de casa no para hacer cualquier cosa necesaria, de esas cosas necesarias que encuentran varias que he ido pateando los mas lejos posible de mi. No quiero verlas, esta en mi carácter no ver las cosas hasta que no pueda evitarlas mas. Hasta que se instale como el frio de esta época que acolcha las tarde-noche de este país. Hermoso país que me ha dado la sensación de libertad a través del envenenamiento de mi cuerpo. Hasta no reconocerlo, hasta que no pueda verle mas a mi, ami cuerpo, a mi amor que este por encontrarse conmigo en alguna plaza, en medio de un cafetín y hasta reposando en un puente viendo el agua correr a la desembocadura del rio. Todo ahora me parece igual a donde vivía antes. Sera que en todas la ciudades quienes viven así como yo, pues son todos los que ven las cosas con urgencia y con necesario aprehensión d evitarlas hasta no verlas. En todas la ciudades en que vive gente y se desplaza con la vista del mañana, no del hoy debe de haber un rio igual a este. Sucio. Imitando a Paris. Paris que nunca he visitado y del que tantos otros se enamoran hasta encontrarse y ver que el amor se acaba al cabo de un rato, no puede evitarse. Es algo que no quiero decir. Me encontrare con Paris, con el amor hasta que se acabe y mi cuerpo pida pues un pedazo de otra existencia y que lo que escriba salga de casa esperando su turno para usar el agua que viene del rio y vuelve al rio. Sali de casa para ver como yo he perdido todo un dia durmiendo, mal durmiendo. Excitando vivir, con miedo a lo que hay mas allá. Refugiarme en la soledad y no enfrentarme con ella. La soledad contra el juego solitario que se mece en los chubascos de esta noche, de esta tarde tan tarde que son las nueve. Hoy quiero irme de nuevo por la San Pedro Nolasco, subir por esa serie de casa tan desiguales entres si, que se miran unas a otras preguntándose a quien albergan. Quienes habitan tendrán sus propias formas de encontrar algo que les de ese sentido de urgencia. Subir por la San Pedro Nolasco y encontrarme como viendome desde un lado a alguien poniendo atención en su caminar y que pretende volver a casa, esperando su turno para acabarse. Verme cruzar a la izquierda en la Luis Warcalde que desemboca en una plaza en desuso con una garita de vigilancia en desuso. Bajar por Villegas y encontrarme con esa mujer que me invita siempre a volver a casa y charlar pues se ve que con quien anda charla poco o tiene poca conversación. Ver mi cafetería a los lejos llenarse de moscas de fruta, gordas y pesadas que verdes o azules acaban la tarde y esperan su turno. Que bien estar tranquilo hoy sabiendo que mañana existe otra oportunidad de darle sentido, de encontrar sentido o significar las pequeñas cosas que en cada caminata se hayan.
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