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LA IRA GALOPA.

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            La violencia, la ira para mí es la música de tambor, de caderas como puños a la cara, ver narices y mandíbulas descolocadas y saber que yo puedo hacerlo y (que en cierta manera me vitaliza) que aun así no lo hago. Mordiéndome los labios, no lo hago, créame. Aunque en estos últimos seis meses no han faltado las excepciones, solo he cedido una sola vez a esa deliciosa, manjar, estrepitoso y elegante emoción que es la ira. Un baile, golpeado, pero al final, un baile.  He demostrado autocontrol en una gran mayoría de situaciones que antes no hubiera aceptado de casualidad y, en vez de ser el puño, la cara, me ha convertido en el alcohol y las curitas. No sé si esto sea crecer, madurar o tener un carácter mucho más fuerte, pero no dejo de pensar. Pensar y pensar que sería si en vez de esto que me hace dócil como un caballo en un pueblo turístico que dejo que se monten niños, mujeres y padres en crisis, que me dejan exhausto y sucio, malheri...

Manual practico para hacerse.

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           El sábado pasado fue atemporal, rápido y fugaz. El señor Zabal despertó a las once y cuarenta de la mañana tras una noche en la que un exceso consumista le enseño el VIP de un boliche de la zona.  Poco recordaba de que tan bien la había pasado anoche, sabía que estuvo hasta las cinco de la mañana en una casa al noroeste de la ciudad, cagándose de frío y aniquilando las nauseas con tres vasos de un Fernet de segunda marca y vaya marca que dejo en su estómago si hablamos de marcas. Despegándose de charcos de vómito levantaba su cabeza que no podía pesar más que cuatro autos militares, el piso se movía al balanceo de unos pies insensibles, la sangre no llegaba.  Pero bueno, que importa, ¿no? ¡Que nos importa lo que le haya pasado al señor Zabal!, sí es que existe algún hombre que se llame así o si es que acaso se le puede llamar señor.     Esto es un manual práctico para construir, pero, si voy a serles sinceros, aún está incompl...

Las ideas perdidas.

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A veces el mundo se nos viene como un saco de papas al estómago, al menos a mí me sucede a menudo, produce una sensación de sísmica inquietud y distorsiona la realidad a punto de que las paredes empiezan a despellejarse demostrando que todo esto puede llegar a ser un mal sueño. Empieza una ferviente y dominante succión hacia los adentros de los pasillos angostos del laberíntico sótano que he empolvado por años. Empiezo a creer que hay una sola respuesta para todas las cuestiones que aquejan a seres (por qué se que tú también sientes lo mismo) semejantes a estas sensaciones que atoran el curso, la dimensión del tiempo.  La sombras acrecientan su masa sin sol que le haga el favor de sacarlas a juego, ni siquiera hay una bombilla en este puto sótano. Lamentable.  A veces te veo sentada por ahí, tomándote un trago por ahí. A veces veo tu sonrisa inmortalizada, tus cabellos deformados tras una noche de insomnio. A veces veo un humo a tu alrededor y muchas veces me recue...

La escalada, levantamiento y la vida mejor.

      Así es como me empezó, con una respiración deje caer mi peso en el hueco que me veía con deseo de engullirme. No recuerdo casi nada de la caída, la igualdad de los peñascos y la densa bruma envolvían un largo descenso hasta el fondo. Llegue al suelo del agujero, el vacío tenía fin. Mi voz estaba fuera de mi mismo, mi legua enjaulada en mis manos intuía que cualquier grito de socorro sería inútil, se perdería en la mitad del hueco que he cruzado. Tras un tiempo volví a caer, pero no a ningún otro fondo, sino mi cuerpo sobre sí mismo, solo era una cabeza sin lengua. La sombras proyectadas a mi alrededor contenían un dejo de lo vivido hasta ahora, hasta ahora, incluso con la juventud de mis latidos, nunca me había sentido tan desesperanzado y acabado, esperando acabar.     Este levantamiento de cuerpos no es un inicio, al menos no en una circunstancia específica, pues , el héroe debe iniciar su recorrido al zenit del olvido. La despedida es el primer paso, la...

El viaje del héroe: el abismo.

 Según dicen, es la parte más terrible de la etapa del viaje. Estancamiento, conflicto, despersonalización, cambios y la etapa en que la aventura pierde sentido propio de aventura: se vuelve un hoyo.     Asomas la cabeza a ver que puede verse más allá de unos pocos metros, tal vez, si afinas el oído lo suficiente puedes escuchar tu propia respiración y si lo miras demasiado la tentativa de verse dentro de el no es una fantasía absurda, no te da miedo sino temblor nervioso. La vida es fácil cuando las distracciones son parte de una seguidilla de acciones que te mueven de tu silla, de tu cama, hacia el mundo exterior, me he propuesto dejar de vivir esta vida con miedo y recordarme constantemente que el abismo es solo una creación metafísica de palabras destinadas al nacimiento de la divina tragedia; un viaje en otras palabras, la Ilíada literariamente. En un sentido un poco más real, el tiempo, nada es algo, no toma forma ni espacio sino está incluido el tiempo. Pasado. Pre...

Lo que la gente quiere

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Esto es una llamada. Estoy al borde de que la lengua explique bien que es cada cosa y que máscara se cae cuando la verdad es un objeto sólido y sin bordes. Pregúntate mañana ¿Que estoy haciendo? ¿Por qué? ¿Cuál es la lógica? ¿Es esto un fin o un medio? ¿Así lo quiero? Esa es la secuencia correcta, no te equivoques, alterar el orden es un cuestionamiento únicamente para los dispuestos a caer en el eterno retorno. Sorprendente ¿No?  Es tremendo lo que una serie de preguntas puede hacer, puede elevarte a conocimientos reservados para el ego o puede hacerte reventar en millones de iguales a ti. A veces me pregunto si esto es lo que quiero, lo que queremos:   Fotos con sonrisas, un trabajo que te canse, una comida estética, un viaje alcoholizado, un regreso vomitivo, un homicidio express, un juego repetitivo, una bomba en Taiwán, la nueva cepa de coronavirus, un techo artístico, millones de dólares, días analgésicos, una pareja bonita y un sexo crudo, dominante de placer. Evitar, e...

La caída (y la recaída)

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   LA CAÍDA    Lo siento nene, no he podido mantener esa promesa, mantener la visión que tenías de pequeño ¡Oh vos, angelito! Tan dulce y que tan repentina se gestó tu caída a la tierra de los demás, a la de todos, a poner los pies sobre la tierra ¡Qué tristeza tonta! La ira, el odio, las muecas y la queja se han apoderado de nuestras cotidianas tareas, en ellas la pasión queda en segundo plano por la automaticidad. Seguir. Seguir. Seguir. Te levantaste otra vez con esa cara aturdida y los suspiros, y el aire es tan pesado. Lo siento, pequeño.       LOS SUEÑOS SON SOLO SUEÑOS      Querías ser pintor, pero eso no da plata. Todo es plata, plata, billete, moneda, la pasta. Ya lo se, querías evitar las críticas del hambre, querías evitar la decepción de las miradas superiores, pero te habéis defraudado a ti mismo, después vino la arquitectura y mas tarde los poemas sin gracia en los cuadernos de matemáticas, las caras amorfas de la pes...