No morir en Febrero.
Aun hay razones para vivir. Se debe vivir y aun tengo cuentas que pagar. Me y nos encanta la facilidad pero, si fuese todo como respirar o pestañear nadie daría un mínimo paso para sudar la gota gorda o tener intimidad francesa con alguna argentina siendo venezolano de nacimiento y de ascendencia siria, un coctel divino, como los que preparo por la noche de cada semana exceptuando marte y miércoles. No te conozco y quiero besarte, Creo que la razón es tan sencilla como un suma de ceros a la derecha. Te pareces. Te pareces tanto a lo que quiero para mi ahora. Libertad.